UN ESTUDIO SOBRE LA PARTE VISUAL DEL CEREBRO.
LA MENTE HUMANA POR JAVIER MARTINEZ MEDINA
Esta primera obra es una reinterpretación de la parte visual del cerebro desde el punto de vista de las redes de relación entre unas ideas y otras. Con este trabajo quiero ahondar en el proceso de elaboración de un recuerdo, de una representación espacio-temporal. Consistiría casi en todos los elementos que podrían formar una representación, lo que yo intentaría presentar como los módulos indivisibles del recuerdo tridimensional. Si diseccionásemos el recuerdo global de un momento o de un periodo de tiempo, obtendríamos casi infinitas imágenes que configurarían toda la información necesaria: forma, color…
De esta forma la obra se intenta presentar dentro de un contexto espacial, casi como una instalación, donde el recorrido del espectador y la dirección de su mirada son tanto o más importantes que el contenido de la obra en si. Se entiende el espectador como la parte ejecutora encargada de la comprensión del cerebro, ya que con todos estos módulos indivisibles o elementos sería quien configurase una imagen final, representación o recuerdo.
El espacio expositivo es un espacio cualquiera del laberinto de la mente y al espectador que recorre este espacio es el ejecutor que existe dentro de la mente de cada individuo y es el que elige los pensamientos y recupera los archivos guardados. El espectador se encuentra ante la difícil tarea de realizar el trabajo que realiza la parte visual del cerebro, la tarea de formar una representación de ese momento pasado con la información almacenada. Para completar el inmenso laberinto harían falta millones de habitaciones expositivas con miles de millones de imágenes que el espectador tendría que organizar cada vez que se tuviera que recuperar un recuerdo. La paradoja reside en que este trabajo que parece imposible para una persona, su propio cerebro lo hace en milésimas de segundo durante toda su vida.
Formalmente la obra consiste en 180 monotipos hechos con óleo. El dibujo se realiza en una plancha de acetato para posteriormente estamparle la cartulina. Cada uno de estos dibujos estampados en una cartulina negra de 33x25cm están elaborados en su totalidad con tres colores: blanco titán, rojo inglés claro y ocre amarillo. No hay motivo especial para justificar el uso de estos tres colores más que una cuestión visual, de ejecución y de coherencia y de unidad de todos ellos. En su mayoría los dibujos están hechos con un trazo rápido y muy gestual, visión personal de ese tipo de imagen grabada en el cerebro, de impresión rápida y con una carga emocional y subjetiva siempre estrechamente unida a ella.
LOS DIBUJOS
También queda implícito en el trabajo el tema de la comprensión de las imágenes en el cerebro y su asociación y relación con imágenes ya vividas. Por lo que un espectador que no relacionase las imágenes estaría causando un laberinto con agnosia…o un espectador que quitase algún dibujo estaría provocando amnesia o alzheimer al laberinto expositivo. De esta manera, el tiempo que dure la exposición de la obra se relacionaría conceptualmente con el origen de un recuerdo o representación visual hasta que se retire el trabajo, relacionado con el tema del olvido de una imagen, hasta que quede la pared blanca.
Se intenta que este laberinto de redes de imágenes sea muy visual. Todos mis trabajos van buscando la visualidad y especialmente este que trata de recuerdos: no existe una mayor justificación para hacer un trabajo visual que aquel que quiere representar las imágenes del cerebro. No existe nada más visual que tratar de representar una imagen mediante una imagen. Siempre con esta idea de que la imagen o el elemento que configura un recuerdo (que también es un recuerdo) entra por el ojo, que dirige su mirada hasta este estímulo que considera interesante. Consideraríamos de esta manera, que el conjunto de dibujos fueran características o elementos de un momento grabado por el ojo hablando en términos espacio-temporales, es decir, varios espacios en un mismo tiempo o en un periodo de tiempo. El trabajo representaría esa fase del cerebro en que con toda la información obtenida por las distintas áreas especializadas, se tiene que elaborar una estructura compleja en tres dimensiones y comprenderla. Es la fase de comprender lo que vemos de una manera global. El espectador se encuentra atrapado en un intervalo de tiempo de milésimas de segundo donde tiene que dar una respuesta coherente con toda la información que tiene ante si. Se juega con el concepto ver-comprender-pensar-memorizar.
___La proyección de una imagen de un recuerdo es compleja por estar compuesta por tantos elementos. Sin embargo cuando la imagen final (representación) está formada se entiende como conjunto y se analiza como un todo y no por fragmento. Esta idea es la principal para entender el idioma del trabajo, ya que aunque la obra está formada por muchos dibujos, nuestra atención (filtro de información) hace que la entendamos como una sola y unitaria, y que cuando la recordemos, lo hagamos como conjunto, como multitud de imágenes pero no recordemos ningún dibujo en particular…igual que los recuerdos. Se entenderá la red de relaciones pero no los nudos.